Número “4”, Colección de Textos Dispersos de SR
=
Sergio
Román Armendáriz
Post Scriptum
MERCURIAL <a>, ANEXO e HIPÓTESIS
¿Nació en Quito,
el Club 7 <b> de Poesía de
Guayaquil?
(De su origen y composición, 1951-1962)
Señoras, señores:
He aquí el documento, su descripción y mis comentarios:
1.- Ledesma Vázquez, David (DLV).
La última generación poética de
Guayaquil. <c>
(2
págs.: portada y programa).
1.1.- La Portada del documento
(pág. 1), en lo pertinente, expresa:
1.1.1.- “EL Ateneo Ecuatoriano se
complace en invitar a la nueva modalidad de recitales comentados que, bajo el
rubro de Poesía Ilustrada, presentará el lunes 29 del mes en curso, a las 6 y
15 p.m., el poeta David Ledesma Vázquez. (Firman la tarjeta bajo el lema: “A la Fraternidad por la Cultura ”) Guillermo
Bossano, presidente, y, Francisco Sánchez Melo, Secretario, Quito, 23 de junio
de 1953.”
/ Archivo personal.
2.- El Programa
del documento (pág. 2), registra a:
2.1.-
Carlos Altamirano Sánchez (<1926>, “Ventana al Horizonte”)
2.2.-
Gastón Hidalgo Ortega (<1929>, “Del mar y su soledad”)
2.3.- Fernando
Casón (sic) Vera (<1935>, “Canción primitiva”)
2.4.-
Carlos Abadíe Silva (¿1933?, “Intimidad”)
2.5.-
Sergio Román Armendáriz (<1934>, “Mar ausente”)
2.6.- Jorge
Torres Castillo (¿1933?, “Anatomía de la paz y la huella”)
2.7.-
Carlos Benavides Vega (<1931>, “El pescador de estrellas”)
2.8.- David
Ledesma Vázquez (<1934>, “El deshabitado”)
3.- El Club
7 surgió de la amistad a las personas y a las palabras (de allí, “club”) de
cuya interacción brotó el verso social, existencial e íntimo.
3.1.- En ese
devenir, me apetece invocar la inspiración davídica de ese 29 de junio de 1953,
bautizándola con el nombre de “Recital pre-fundacional del Club 7” , ceremonia de la cual fue
oficiante, confidente y catalogador, Ledesma Vázquez, en la ciudad, local y fecha mencionadas.
4.- En tal ‘Programa’,
estuvo ausente Ileana Espinel Cedeño (1933), nuestra capitana, porque si
ponemos en revesa este 2010, once lustros, su texto no llegó a tiempo porque el
tren asmático de la conexión postal (entre Costa y Sierra y viceversa) se
entretenía demasiado amansando la
Nariz del Diablo, ese zigzag de setecientos metros y climas
adversarios esculpidos por un abismo andino ubicado entre Alausí y Riobamba.
4.1.- De las ocho personas que aparecemos en el
Programa, ingresarán en el libro liminar del Club, cuatro, pero únicamente tres
con la composición que las había representado: Hidalgo (Del mar y su soledad),
Román (Mar ausente), Ledesma (El deshabitado), cada una, por casualidad, aterrizada
en el cuarto lugar de la selección respectiva.
4.1.1.- En cambio, Benavides, presente en el
recital quiteño (1953, primer hemisferio) y en el reportaje de El Universo (1953,
segundo hemisferio), obtuvo su espacio en la antología (1954) pero, por autodisciplina,
eliminó su aporte inicial (El pescador de estrellas) pues siendo el único que
al acatar la disposición previa de insertar, por cábala, siete contribuciones
en cada sección, no quiso ser culpable de un desfase.
4.1.2.- “Intimidad” (Abadíe) estuvo presente en el
recital quiteño, en el reportaje de El Universo y en el diseño del libro plural
pero se apartó antes de la publicación. (¿Quisiera saber dónde circulan su obra
y su persona?
4.1.3.- “Ventana al horizonte” (Altamirano Sánchez),
“Canción primitiva” (Cazón Vera) y “Anatomía de la paz y la huella” (Torres
Castillo) estuvieron presentes en el recital quiteño pero se apartaron antes
del reportaje de El Universo y del diseño el libro plural. (¿Quisiera saber
dónde circulan los títulos mencionados?)
4.1.4.- M. Donoso Pareja e I. Espinel Cedeño no
estuvieron presentes en el recital quiteño pero sí lo estuvieron en el reportaje
de El Universo y en el diseño del libro plural, aunque Ileana permaneció y
asumió la jefatura del club, y Miguel se retiró antes de la publicación, hecho
que él confirma 47 años más tarde pero con una justificación que Sergio ignora,
pues Miguel en su “A río revuelto (Memorias de un yo mentiroso)” dice:
4.1.4.1.- “De por qué Club 7 lo integran solo
cinco. La historia es ésta: siete aprendices de poetas (…) iban a publicar un
libro que por el número de sus integrantes, se llamaría Club 7. / (…) / De
estos, según la malediciencia de nuestra aldea de entonces , dos eran homosexuales,
lo que (a él) y a Carlos Altamirano (a quien se confunde con Carlos Abadíe sea
por compartir el nombre de pila o sea porque los dos al constar en el programa
del recital quiteño, la larga memoria de medio siglo los mantenga mezclados)
les pareció mal y retiraron sus poemas cuando ya la portada estaba impresa y el
libro promocionado con ese nombre. / Así, para estigma de ellos (los que
retiraron los poemas), Club 7 es un libro integrado sólo por cinco autores.”
(Hasta aquí la cita de MDP). <d>
4.1.4.2.- Rodrigo Pesantez Rodas en su “Visión y
revisión de la literatura ecuatoriana” <f1>, tomo 2, pág. 544, sustituye
a Carlos Abadíe Silva por Carlos Altamirano Sánchez, y en la nota 72, pág. 566,
descubre su fuente en “A río revuelto” de Donoso añadiendo, sin embargo que,
“(…) en cambio Gonzalo Espinel Cedeño, poeta y hermano de Ileana dice que fue
Carlos Abadíe Silva.” (Yo estoy de acuerdo con Gonzalo y así lo he expresado en
diferentes oportunidades).
4.1.4.3.- El profesor Cristóbal Garcés Larrea
<d1> señala sólo a los cinco conocidos: Ileana, Sergio, David, Carlos y
Gastón y subraya la importancia de que sus nombres, al asociarse, hayan
constituido una generación.
5.- Reitero que, Benavides, fue el único que
acató la disposición previa de insertar,
por cábala, únicamente siete contribuciones en cada sección personal.
5.1.- (Los demás no cumplimos pues Ileana obsequió,
once. Y, Gastón, David y Sergio, ocho cada uno. Y, Donoso se aisló. Ídem,
Abadíe.)
5.1.1.- Cuarenta y dos, el total de composiciones,
fue una cantidad seca diferentísima a ese “49” fértil que habiamos urdido jugando al siete
por siete, cuarenta y nueve, y cuatro más nueve, trece. En fin, herencia infantil
que recoge un ocioso exiliado en Faenza o en San José de Costa Rica. - ¿Qué se
mezclan los tiempos? - Y, eso: ¿qué?, si el maestro de la poesía es el lenguaje
fílmico.
6.- Además, según el Programa, se trata de “La última generación
de poetas de Guayaquil” y se menciona, en general, “El estado de la poesía
entre los jóvenes poetas” (sic) pero, por supuesto, no se menciona el Club, aún
inexistente. Además, “8”
fue el número de participantes, lo cual demuestra que la preocupación
cabalística unida al “7” ,
no respiró en la agenda de esa actividad.
6.1.- Por eso, los colegas y amigos Carlos Altamirano Sánchez, Fernando
Cazón Vera y Jorge Torres Castillo lucen incluidos aunque un olvido posterior oxidó
la relación.
6.1.1.- Consta Carlos Abadíe Silva que luego se retiró para priorizar
su música. Pero no consta (por cosas del correo quizá o del destino), Miguel
Donoso Pareja, quien fue parte del conjunto hasta que en otro instante nos abandonó
para priorizar su narrativa.
7.- Luego de medio
siglo y cuatro años más, en el 2007, la buena voluntad de la Casa de la Cultura matriz incluyó a
David en la selecta Colección “Memoria de Vida”, gestión que el país agradece, aunque
es y será deseable que la cita que a continuación se transcribe, hubiese sido
menos imprecisa: “1953: (DLV) Realiza la
primera lectura de sus poemas en el Ateneo del Ecuador” (Obra Poética Completa, pág.
26, en: Cronología biográfica, págs. 23-29).
7.1.- Coinciden el año y el lugar pero,
indudablemente, el
fondo desdibuja el sentido de la presentación de La
última generación poética de Guayaquil. Poesía Ilustrada (Recital pre-fundacional
de nuestro Club), pues no sólo la gestión aparece en calidad de una “primera
lectura” (hubo otras, aunque el dato no sea relevante), pero lo que sí merece
rectificación es señalar que la tal lectura (aunque David con su destreza
histriónica haya sido el único intérprete), en verdad incorporó ocho textos
correspondientes a cada uno de los 8 líridas de la lista del grupo en ciernes.
7.1.1.- Por lo tanto,
sobre lo singular predominó lo plural (característica constante de nuestro
quehacer). <c2>
7.1.2.- Dos recortes de prensa y la invitación atinentes ayudan a fijar el comienzo de unos tres o cuatro meses que deben haber
transcurrido desde el rito davídico del 29 de junio en San Francisco de Quito,
ciudad capital, hasta cuando el Club 7 se constituyó oficialmente en
Santiago de Guayaquil, ciudad puerto, en el segundo semestre del mismo 1953.
Todo, a raíz de un par de hechos:
7.1.2.1.- Un reportaje difundido por El Universo, diario porteño, texto
semiextraviado que acaso esté navegando o naufragando en algún álbum privado
o en alguna hemeroteca oficial, el cual guarda información del equipo primigenio
completo. (Yo lo tuve pero los viajes y el descuido lo ahogaron. ¡Ojalá
resucite!)
3.2.- Un concierto entonado en El Telégrafo, radioemisora porteña, por Ileana
y David, él, enjuiciando a Dios en una esquina del barrio, a la manera de la
‘Espergesia’ de Vallejo, y, ella, a la manera de Neruda del ‘Canto General’, defendiendo
la memoria de los Rosenberg, pareja asesinada en la silla eléctrica acusada de
espionaje al servicio del régimen comunista-soviético.
3.2.1.-A propósito, en el capítulo de Ileana Espinel Cedeño, en www.diccionariobiográficoecuador.com <ch>, nuestra compañera
confiesa:
3.2.1.1.- “En 1951 (sic) durante un recital radial en El Telégrafo,
David Ledesma y yo –dice Ileana- dedicamos un par de poemas a protestar por la
condena a muerte de los esposos Rosenberg acusados de espías en los Estados
Unidos, pues nos horrorizaban el macartismo y la silla eléctrica. Mi “Elegía
por los mártires” (los Rosenberg) terminaba así. “Maldito seas, Eisenhower” (el
entonces presidente yanqui) y el de David: “… Daré de patadas a Dios en una
esquina”.
3.2.1.2.- Ileana no publicó su “Elegía” pero David, sí: “Y un hombre
pobre y solo y fracasado / puede matar a Dios en una esquina / con piedras, a
palos y a patadas.” (“El deshabitado”. En: Club 7: Casa de la Cultura , Núcleo del
Guayas, págs. 71-72, penúltima estrofa. 1954, es el año del libro pero 1953
corresponde a su escritura y a su difusión por medio del recital en Quito y del
reportaje en Guayaquil).
3.3.- Era la Guerra Fría
versus el corazón ardiente.
4.- Volviendo al reportaje de El Universo (algún día a ubicar en aquel segundo
semestre de 1953), con versos, fotos y datos constamos los siete (los 5 de la
aventura -Benavides, Espinel, Hidalgo,
Ledesma y Román- más Donoso y Abadie). Y, ¿qué pasó con Torres, Cazón y
Altamirano cuando se apagó el campanario de Quito, en el cual, los tres
figuraron? Se puede aducir que hicieron mutis por el foro pero ésta es una
frase que pide justificación.
4.1.- Sin embargo, por el nombre de pila que comparten, persiste el tópico
de confundir a Altamirano S. con Abadíe S. (a quien, para distinguirlo, llamábamos
‘Charlie’ por su afición a cantar en inglés), deslinde que exige tomar en
cuenta los detalles antes anotados, esto es, Altamirano Sánchez nos acompañó sólo
en el oratorio capitalino (lo propio, Cazón y Torres), mientras Abadíe Silva además
lo hizo en la faena gráfica ulterior <d> capaz de provocar “esa atracción
que ejercen las páginas donde se han impreso (…) esos grandes márgenes y esa
desigualdad de líneas, que son (o, encierran) una promesa”. <e>
4.1.1.- Así, pues, esas dos o tres páginas de El Universo constituyeron
un despliegue no acostumbrado de mercadotecnia generosa, acaso porque tuvimos
madrinas y padrinos que nos obsequiaron el pasaporte y la visa
indispensables para ingresar “al severo Helicón donde ellas y ellos moraban”,
de acuerdo con la afirmación de Tomás Pantaleón Tapia (1920-1988), asceta.
5.- Es vertebral para nuestra biografía clubsiética y, a lo mejor, para
nuestra literatura nacional <f>, rescatar esa Acta de nacimiento extraviada
dentro de un ejemplar impreso dentro de un bosque de ciento ochenta órbitas de
la tierra alrededor del sol, en 1953, entre julio y diciembre. Ojalá lo exhumemos.
¡Pronto!
Verificación de
la hipótesis:
¿Nació en Quito,
el Club 7 de Poesía de Guayaquil?
Concluyo:
Fue un amor a primera vista la idea de
integrarnos cumpliendo los tres móviles clásicos:
El ético, por el deber de servir. El
hedónico por el placer de compartir. Y el pragmático por el placer y el deber
de publicar.
En Guayaquil, de 1951 a 1952, ocurrió el
cortejo.
En 1953, en la capital y en el puerto,
la cópula.
El parto, de 1954 a 1960, entre los
atardeceres sobre los esteros.
Después, la sombra máxima, 1961 y
1962.
Mínima contribución íntima,
existencial y social, al Ecuador, el Club 7 dijo su palabra. Ya no es suya.
Ahora es de quien la necesite, la disfrute o la olvide.
Referencias e
imágenes
I.- Referencias
<a1> Mercurial, vocablo que recuerda al dios pagano de la comunicación,
al primer planeta del sistema solar y a una planta herbácea cuyo zumo sirve de
purgante.
<a2> Mercurial eclesiástica (El libro de las verdades, 1884) recoge estas
tres condiciones que caracterizan la memorable respuesta de Juan Montalvo
(1832-1889, prosista emblemático del Ecuador) al arzobispo de Cuenca, Ignacio
Ordóñez, quien condenó al fuego eterno (comienzo de 1884) los 7 tratados (1882, el primer tomo-1883,
el segundo).
<a3> Dicha Mercurial expresa su invectiva ideológica con un alarde estilístico
que, por ejemplo, convierte cada párrafo de la condena en el apellido de cada
capítulo del opúsculo.
<a4> Mercurial poética, política y periodística integran este ensayo
dedicado a las tres facetas de la personalidad de David Ledesma Vázquez
(1934-1961, poeta emblemático del Ecuador).
<b1> Club 7, Casa de la
Cultura , Guayaquil, 1954 (Carlos Benavides Vega, Ileana
Espinel Cedeeño, Gastón Hidalgo Ortega, David Ledesma Vázquez, Sergio Román
Armendáriz) Y, Triángulo, Casa de la Cultura , Guayaquil, 1960
(David Ledesma, Ileana Espinel, Sergio Román).
<c1> Ledesma Vázquez, David. La Última Generación Poética de Guayaquil /
Poesía Ilustrada (sic). Quito,
Ateneo Ecuatoriano, 23 de junio de 1953. (Archivo personal).
<c2> Ledesma Vázquez, David. Obra Poética Completa, Colección
Memoria de Vida. Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana ,
2007. 267 págs. (Allí se consigna que en ”1953:
(DLV) Realiza la primera lectura de sus poemas en el Ateneo del Ecuador”,
Ob. cit., pág. 26, en: Cronología biográfica, págs. 23-29).
<ch> Pérez Pimentel, Rodolfo. www.diccionariobiográficoecuador.com Colección virtual compuesta por 1600
capítulos distribuidos en 23 tomos.
<d> Donoso Pareja, Miguel. A río revuelto, memorias de un Yo
mentiroso. Quito, Seix Barral.
Colección Biblioteca Breve, 2001, pág. 104 de 440: “De por qué CLUB 7 lo
integran sólo cinco”.
<d1>
Garcés Larrea, Cristóbal. Panorama de la
poesía guayaquileña. (En; Guayaquil 70, Metrópoli dinámica: Publicaciones
Aguilera Malta <págs. 215-241>, 17 de diciembre, 1970. Pág. 215.)
<e> Menard, René. Reflexiones sobre la poesía. Buenos
Aires, ALPE (La palabra y el mundo, Colección dirigida por Raúl Gustavo
Aguirre). Cap. 3: A un joven poeta, pág. 51 de 61.
<f1> Pesántez Rodas, Rodrigo
(RPR). Visión y revisión de la
literatura ecuatoriana (2 tomos, 2da. edición). México, Frente de
Afirmación Hispanista, 2010. 668 págs.
<f2>.- Se sugiere del TOMO I de
RPR, el segmento contenido entre las
páginas 216-272 acerca del Modernismo cuyas vertientes incluyen, en especial,
la “tetrarquía luminosa”, compuesta en orden de nacimiento por Ernesto Noboa y
Camaño (1889-1927), Humberto Fierro (1890-1929), Arturo Borja (1892-1912) y
Medardo Ángel Silva (1898-1919), cuyos sendos títulos cardinales son: La
romanza de las horas (1922), El laúd en el valle (1919), La flauta de ónix
(1920) y El árbol del bien y del mal (1919).
<f3>.- Se sugiere del TOMO II de
RPR, dos segmentos que corren entre la 523-566 y la 601-643, atinentes a los
siguientes grupos: Madrugada (1944), Élan (1947), Presencia (1950), Umbral
(1952), Club 7 (1953), Generación Sesenta (1960), los Tzántzicos (1963) y los
Independientes (libérrimos en ubicación por fechas y facturas).
Imágenes
Imágenes
del Club 7, libro plural. Guayaquil, Casa de la Cultura , 1954. 99 págs.
I.- Doble tapa externa. (En
la parte superior, se aprecia la signatura de la Biblioteca de la Universidad de Costa
Rica.)
II.- Índice, pág. 97.
III.- Índice, pág. 98.
IV.- Presentación,
(corresponde a la pág. 5).
V.- Colofón (corresponde a
la pág. 99).
Imágenes
del Recital pre-fundacional del Club 7. Quito, Ateneo Ecuatoriano, 1953. 3
págs. Y una alusión.
VI.- Portada del recital.
VII.- Programa del recital.
VIII.- Invitación y notas
de prensa del recital.
IX.- Alusión.- La Obra Poética
Completa, de David Ledesma Vázquez (CCE, 2007), en la Cronografía
biográfica, dispone apenas de dos líneas imprecisas para mencionar el recital.
Apartado 808-2050
San José, Costa Rica,
C.A.
Sergio Román Armendáriz, ECUADOR, 1934
Miembro del CLUB 7 (poética modernista),
Profesor de producción escrita y
audiovisual,
Universidad de Costa Rica, 1980-1992
CR 2010
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