jueves, 25 de abril de 2019

2 olvidos salvables en las referencias de SR a sus cómplices clubsiéticos: Gastón Hidalgo e Ileana Espinel


Número “11”, Colección de Textos Dispersos de SR



Yo, Sergio Román Armendáriz, miembro del Club  7 de Poesía
(Ecuador, 1951-1962), agrupación literaria que ahora recuerdo  
(en  esta  Costa  Rica  donde  habito)  cincuenta y tantos años
después   de los  sucesos  que  la originaron, faena que por lo
pronto,   para mí,   ha ido dejando  en claro  los  3  campos  de  
acción  y  pasión  líricas  del  conjunto   al   que   pertenecí:  el  
compromiso social,  la floración íntima y la deriva  existencial.
De inmediato, salvaré  2  olvidos,  aquí,   presentes.                       

Primer olvido salvable

I.-  GASTÓN  HIDALGO  ORTEGA.-  En esta edición  de ‘Club 7, 
Poética y Política’(tiraje limitado a unos pocos ejemplares/CR ,
2011),en la  pág. 9 digo: ‘A Gastón  no le conozco más poemas
que  los  8 del libro plural de 1954’. Pero su sobrino, el escritor
Ángel  Emilio   Hidalgo y, simultáneamente, el Soc. Juan Coba,
ambos  atendiendo  mi  petición,  me enviaron  hace  semanas,
desde mi país, la  fotocopia de  4  títulos que no había  mencio-    
nado, de los  cuales, los  2  primeros, ‘El  espejo  en el  bosque’    
y  ‘Evocación   de  la   infancia’  se  inscriben   en  el  campo de  
la  floración íntima.   Y   los  2  finales,   ‘Sucesos  amarillos’   y
‘Canto de la suprema desolación’  se inscriben en el campo  de
la  deriva existencial.

Fuente.-  Hidalgo, Gastón. En:  33  POEMAS  UNIVERSITARIOS.
Federación de  Estudiantes  Universitarios del Ecuador,     Filial
de    Guayaquil.    Publicaciones    ‘Vértice’.    Imprenta     de   la  
Universidad. 1955.  (Págs. 47-54, de 99).

Segundo olvido salvable

II.-   ILEANA   ESPINEL   CEDEÑO.-   En  cambio,  al  campo  del
compromiso social  pertenece  el canto  que ella nombró:     ‘Mi  
elegía por los mártires’  (que  yo  no  había mencionado en este
folleto),  composición  que  condena   el   fingido   juicio  (1951)  
y  la  real ejecución  (1953) de  los  esposos  Rosenberg   (Ethel  
y Julius), científicos que sufrieron  una acusación  de espionaje
atómico    contra   los  Estados  Unidos  durante la iniciación de  
la llamada Guerra Fría  (1947-1989).  La  composición  se  cierra
con  un  grito  emblemático:  ‘¡Maldito  seas,  Eisenhower!’  refi-
riéndose al presidente  yanqui  de  entonces,  quien  se  negó  a  
conmutar   la pena.  

Fuente.-   Espinel,   Ileana.   En:   Dr.  Rodolfo    Pérez   Pimental.
DICCIONARIO  BIOGRÁFICO   DEL  ECUADOR  (obra  forjada   a
partir  de 1987):  www.diccionariobiograficoecuador.com

Gracias, SR  / CR,  2011 
www.sergioroman.com


El grupo literario "Madrugada" por medio deTomás Pantaleón (1920-1988) recibió en "Vértice - 1952," la visita de SR



Número “10”, Colección de Textos Dispersos de SR





Colofón de SR: "Uno del Club 7"


Portadas (inicial y final) del primer libro del Club 7 (grupo ecuatoriano de poesía, 1951-1962)


Número “9”, Colección de Textos Dispersos de SR 


Casa de la Cultura Ecuatoriana, Guayaquil 1954




martes, 23 de abril de 2019

Contribución poemática

Número “8”, Colección de Textos Dispersos de SR



Sergio Román Armendáriz en la antología Lírica Ecuatoriana Contemporánea seleccionada por Hernán Rodríguez CasteloQuito, Círculo de Lectores, 1979.(Págs. 455-459).









                                                                


Vejéz, último mar


Número “7”, Colección de Textos Dispersos de SR



viernes, 12 de abril de 2019

once bitácoras (en orden descendente) acerca del Club 7

Número “6”, Colección de Textos Dispersos de SR





once bitácoras (en orden descendente) acerca del Club 7

Número y nombre y ‘link’ de cada bitácora:







216.- A propósito de la edición facsimilar de 'Pucuna' * Quito, 1962-1968), la revista emblemática revista del movimiento tzántzico del Ecuador



http://sergioroman.com/bitacoras_detail.php?Bit_id=292



170.- Otra vez, las tres líneas estilístico-ideológicas del 'Club 7' de Guayaquil: la poesía existencial, la íntima y la social (1951-1962)





168.- Del último espasmo del modernismo criollo, el 'Club 7' de poesía (Guayaquil, 1951-1962) a la vanguardia tzántzica ecuatorial (Quito, 1962-1968)





167.- 'Club 7, Poética y Erótica' (avance de la ponencia)





134.- Los zapatos ¿a-poéticos? del Club 7 de Poesía (Ecuador, 1951-1962)





123.- Las primeras inocentes imágenes socialistas de David Ledesma Vázquez (1934-1961), poeta ecuatorial





87.- El `Club 7´de Poesía, el último espasmo del Modernismo en el Ecuador







36.- Respuestas y preguntas acerca del Guayaquil de entonces… (1951-1962)





18.- Club 7





16.- David Ledesma Vázquez visto por Sergio Román Armendáriz, integrante del Club 7 de Poesía





12.- 'La última nota' de David Ledesma Vázquez







www.sergioroman.com

CR, abril 2017








Número “5”, Colección de Textos Dispersos de SR




once bitácoras (en orden descendente) acerca del Club 7
Número y nombre y ‘link’ de cada bitácora:



http://sergioroman.com/bitacoras_detail.php?Bit_id=292

170.- Otra vez, las tres líneas estilístico-ideológicas del 'Club 7' de Guayaquil: la poesía existencial, la íntima y la social (1951-1962)


168.- Del último espasmo del modernismo criollo, el 'Club 7' de poesía (Guayaquil, 1951-1962) a la vanguardia tzántzica ecuatorial (Quito, 1962-1968)


167.- 'Club 7, Poética y Erótica' (avance de la ponencia)


134.- Los zapatos ¿a-poéticos? del Club 7 de Poesía (Ecuador, 1951-1962)


123.- Las primeras inocentes imágenes socialistas de David Ledesma Vázquez (1934-1961), poeta ecuatorial


87.- El `Club 7´de Poesía, el último espasmo del Modernismo en el Ecuador



36.- Respuestas y preguntas acerca del Guayaquil de entonces… (1951-1962)


18.- Club 7      


16.- David Ledesma Vázquez visto por Sergio Román Armendáriz, integrante del Club 7 de Poesía    


12.- 'La última nota' de David Ledesma Vázquez



www.sergioroman.com
CR, abril 2017


Número “4”, Colección de Textos Dispersos de SR

=
 Sergio Román Armendáriz

Post Scriptum
MERCURIAL <a>, ANEXO e HIPÓTESIS


¿Nació en Quito,
el Club 7 <b>                                                 de Poesía de Guayaquil?

(De su origen y composición, 1951-1962)


Señoras, señores:                                                                             He aquí el documento, su descripción y mis comentarios:

1.- Ledesma Vázquez, David (DLV).
La última generación poética de Guayaquil. <c>
(2 págs.: portada y programa). 

1.1.- La Portada del documento (pág. 1), en lo pertinente, expresa:
1.1.1.- “EL Ateneo Ecuatoriano se complace en invitar a la nueva modalidad de recitales comentados que, bajo el rubro de Poesía Ilustrada, presentará el lunes 29 del mes en curso, a las 6 y 15 p.m., el poeta David Ledesma Vázquez. (Firman la tarjeta bajo el lema: “A la Fraternidad por la Cultura”) Guillermo Bossano, presidente, y, Francisco Sánchez Melo, Secretario, Quito, 23 de junio de 1953.” / Archivo personal.

2.- El Programa del documento (pág. 2), registra a:
2.1.- Carlos Altamirano Sánchez (<1926>, “Ventana al Horizonte”)
2.2.- Gastón Hidalgo Ortega (<1929>, “Del mar y su soledad”)
2.3.- Fernando Casón (sic) Vera (<1935>, “Canción primitiva”)
2.4.- Carlos Abadíe Silva (¿1933?, “Intimidad”)
2.5.- Sergio Román Armendáriz (<1934>, “Mar ausente”)
2.6.- Jorge Torres Castillo (¿1933?, “Anatomía de la paz y la huella”)
2.7.- Carlos Benavides Vega (<1931>, “El pescador de estrellas”)
2.8.- David Ledesma Vázquez (<1934>, “El deshabitado”)

3.- El Club 7 surgió de la amistad a las personas y a las palabras (de allí, “club”) de cuya interacción brotó el verso social, existencial e íntimo.  
3.1.- En ese devenir, me apetece invocar la inspiración davídica de ese 29 de junio de 1953, bautizándola con el nombre de “Recital pre-fundacional del Club 7”, ceremonia de la cual fue oficiante, confidente y catalogador, Ledesma Vázquez, en la ciudad, local y fecha mencionadas.

4.- En tal ‘Programa’, estuvo ausente Ileana Espinel Cedeño (1933), nuestra capitana, porque si ponemos en revesa este 2010, once lustros, su texto no llegó a tiempo porque el tren asmático de la conexión postal (entre Costa y Sierra y viceversa) se entretenía demasiado amansando la Nariz del Diablo, ese zigzag de setecientos metros y climas adversarios esculpidos por un abismo andino ubicado entre Alausí y Riobamba.
4.1.- De las ocho personas que aparecemos en el Programa, ingresarán en el libro liminar del Club, cuatro, pero únicamente tres con la composición que las había representado: Hidalgo (Del mar y su soledad), Román (Mar ausente), Ledesma (El deshabitado), cada una, por casualidad, aterrizada en el cuarto lugar de la selección respectiva.
4.1.1.- En cambio, Benavides, presente en el recital quiteño (1953, primer hemisferio) y en el reportaje de El Universo (1953, segundo hemisferio), obtuvo su espacio en la antología (1954) pero, por autodisciplina, eliminó su aporte inicial (El pescador de estrellas) pues siendo el único que al acatar la disposición previa de insertar, por cábala, siete contribuciones en cada sección, no quiso ser culpable de un desfase.
4.1.2.- “Intimidad” (Abadíe) estuvo presente en el recital quiteño, en el reportaje de El Universo y en el diseño del libro plural pero se apartó antes de la publicación. (¿Quisiera saber dónde circulan su obra y su persona?
4.1.3.- “Ventana al horizonte” (Altamirano Sánchez), “Canción primitiva” (Cazón Vera) y “Anatomía de la paz y la huella” (Torres Castillo) estuvieron presentes en el recital quiteño pero se apartaron antes del reportaje de El Universo y del diseño el libro plural. (¿Quisiera saber dónde circulan los títulos mencionados?)  
4.1.4.- M. Donoso Pareja e I. Espinel Cedeño no estuvieron presentes en el recital quiteño pero sí lo estuvieron en el reportaje de El Universo y en el diseño del libro plural, aunque Ileana permaneció y asumió la jefatura del club, y Miguel se retiró antes de la publicación, hecho que él confirma 47 años más tarde pero con una justificación que Sergio ignora, pues Miguel en su “A río revuelto (Memorias de un yo mentiroso)” dice:
4.1.4.1.- “De por qué Club 7 lo integran solo cinco. La historia es ésta: siete aprendices de poetas (…) iban a publicar un libro que por el número de sus integrantes, se llamaría Club 7. / (…) / De estos, según la malediciencia de nuestra aldea de entonces , dos eran homosexuales, lo que (a él) y a Carlos Altamirano (a quien se confunde con Carlos Abadíe sea por compartir el nombre de pila o sea porque los dos al constar en el programa del recital quiteño, la larga memoria de medio siglo los mantenga mezclados) les pareció mal y retiraron sus poemas cuando ya la portada estaba impresa y el libro promocionado con ese nombre. / Así, para estigma de ellos (los que retiraron los poemas), Club 7 es un libro integrado sólo por cinco autores.” (Hasta aquí la cita de MDP). <d>
4.1.4.2.- Rodrigo Pesantez Rodas en su “Visión y revisión de la literatura ecuatoriana” <f1>, tomo 2, pág. 544, sustituye a Carlos Abadíe Silva por Carlos Altamirano Sánchez, y en la nota 72, pág. 566, descubre su fuente en “A río revuelto” de Donoso añadiendo, sin embargo que, “(…) en cambio Gonzalo Espinel Cedeño, poeta y hermano de Ileana dice que fue Carlos Abadíe Silva.” (Yo estoy de acuerdo con Gonzalo y así lo he expresado en diferentes oportunidades).
4.1.4.3.- El profesor Cristóbal Garcés Larrea <d1> señala sólo a los cinco conocidos: Ileana, Sergio, David, Carlos y Gastón y subraya la importancia de que sus nombres, al asociarse, hayan constituido una generación.

5.- Reitero que, Benavides, fue el único que acató  la disposición previa de insertar, por cábala, únicamente siete contribuciones en cada sección personal.
5.1.- (Los demás no cumplimos pues Ileana obsequió, once. Y, Gastón, David y Sergio, ocho cada uno. Y, Donoso se aisló. Ídem, Abadíe.)
5.1.1.- Cuarenta y dos, el total de composiciones, fue una cantidad seca diferentísima a ese “49” fértil que habiamos urdido jugando al siete por siete, cuarenta y nueve, y cuatro más nueve, trece. En fin, herencia infantil que recoge un ocioso exiliado en Faenza o en San José de Costa Rica. - ¿Qué se mezclan los tiempos? - Y, eso: ¿qué?, si el maestro de la poesía es el lenguaje fílmico.

6.- Además, según el Programa, se trata de “La última generación de poetas de Guayaquil” y se menciona, en general, “El estado de la poesía entre los jóvenes poetas” (sic) pero, por supuesto, no se menciona el Club, aún inexistente. Además, “8” fue el número de participantes, lo cual demuestra que la preocupación cabalística unida al “7”, no respiró en la agenda de esa actividad.
6.1.- Por eso, los colegas y amigos Carlos Altamirano Sánchez, Fernando Cazón Vera y Jorge Torres Castillo lucen incluidos aunque un olvido posterior oxidó la relación.
6.1.1.- Consta Carlos Abadíe Silva que luego se retiró para priorizar su música. Pero no consta (por cosas del correo quizá o del destino), Miguel Donoso Pareja, quien fue parte del conjunto hasta que en otro instante nos abandonó para priorizar su narrativa.

7.- Luego de medio siglo y cuatro años más, en el 2007, la buena voluntad de la Casa de la Cultura matriz incluyó a David en la selecta Colección “Memoria de Vida”, gestión que el país agradece, aunque es y será deseable que la cita que a continuación se transcribe, hubiese sido menos imprecisa: “1953: (DLV) Realiza la primera lectura de sus poemas en el Ateneo del Ecuador” (Obra Poética Completa, pág. 26, en: Cronología biográfica, págs. 23-29).

7.1.- Coinciden el año y el lugar pero, indudablemente, el fondo desdibuja el sentido de la presentación de La última generación poética de Guayaquil. Poesía Ilustrada (Recital pre-fundacional de nuestro Club), pues no sólo la gestión aparece en calidad de una “primera lectura” (hubo otras, aunque el dato no sea relevante), pero lo que sí merece rectificación es señalar que la tal lectura (aunque David con su destreza histriónica haya sido el único intérprete), en verdad incorporó ocho textos correspondientes a cada uno de los 8 líridas de la lista del grupo en ciernes.
7.1.1.- Por lo tanto, sobre lo singular predominó lo plural (característica constante de nuestro quehacer). <c2>  
7.1.2.- Dos recortes de prensa y la invitación atinentes  ayudan a fijar el comienzo de unos  tres o cuatro meses que deben haber transcurrido desde el rito davídico del 29 de junio en San Francisco de Quito, ciudad capital, hasta cuando el Club 7 se constituyó oficialmente en Santiago de Guayaquil, ciudad puerto, en el segundo semestre del mismo 1953. Todo, a raíz de un par de hechos:
7.1.2.1.- Un reportaje difundido por El Universo, diario porteño, texto semiextraviado que acaso esté navegando o naufragando en algún álbum privado o en alguna hemeroteca oficial, el cual guarda información del equipo primigenio completo. (Yo lo tuve pero los viajes y el descuido lo ahogaron. ¡Ojalá resucite!)
3.2.- Un concierto entonado en El Telégrafo, radioemisora porteña, por Ileana y David, él, enjuiciando a Dios en una esquina del barrio, a la manera de la ‘Espergesia’ de Vallejo, y, ella, a la manera de Neruda del ‘Canto General’, defendiendo la memoria de los Rosenberg, pareja asesinada en la silla eléctrica acusada de espionaje al servicio del régimen comunista-soviético.
3.2.1.-A propósito, en el capítulo de Ileana Espinel Cedeño, en www.diccionariobiográficoecuador.com <ch>, nuestra compañera confiesa:
3.2.1.1.- “En 1951 (sic) durante un recital radial en El Telégrafo, David Ledesma y yo –dice Ileana- dedicamos un par de poemas a protestar por la condena a muerte de los esposos Rosenberg acusados de espías en los Estados Unidos, pues nos horrorizaban el macartismo y la silla eléctrica. Mi “Elegía por los mártires” (los Rosenberg) terminaba así. “Maldito seas, Eisenhower” (el entonces presidente yanqui) y el de David: “… Daré de patadas a Dios en una esquina”.
3.2.1.2.- Ileana no publicó su “Elegía” pero David, sí: “Y un hombre pobre y solo y fracasado / puede matar a Dios en una esquina / con piedras, a palos y a patadas.” (“El deshabitado”. En: Club 7: Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas, págs. 71-72, penúltima estrofa. 1954, es el año del libro pero 1953 corresponde a su escritura y a su difusión por medio del recital en Quito y del reportaje en Guayaquil).
3.3.- Era la Guerra Fría versus el corazón ardiente.

4.- Volviendo al reportaje de El Universo (algún día a ubicar en aquel segundo semestre de 1953), con versos, fotos y datos constamos los siete (los 5 de la aventura  -Benavides, Espinel, Hidalgo, Ledesma y Román- más Donoso y Abadie). Y, ¿qué pasó con Torres, Cazón y Altamirano cuando se apagó el campanario de Quito, en el cual, los tres figuraron? Se puede aducir que hicieron mutis por el foro pero ésta es una frase que pide justificación.  
4.1.- Sin embargo, por el nombre de pila que comparten, persiste el tópico de confundir a Altamirano S. con Abadíe S. (a quien, para distinguirlo, llamábamos ‘Charlie’ por su afición a cantar en inglés), deslinde que exige tomar en cuenta los detalles antes anotados, esto es, Altamirano Sánchez nos acompañó sólo en el oratorio capitalino (lo propio, Cazón y Torres), mientras Abadíe Silva además lo hizo en la faena gráfica ulterior <d> capaz de provocar “esa atracción que ejercen las páginas donde se han impreso (…) esos grandes márgenes y esa desigualdad de líneas, que son (o, encierran) una promesa”. <e>
4.1.1.- Así, pues, esas dos o tres páginas de El Universo constituyeron un despliegue no acostumbrado de mercadotecnia generosa, acaso porque tuvimos madrinas y padrinos que nos obsequiaron el pasaporte y la visa indispensables para ingresar “al severo Helicón donde ellas y ellos moraban”, de acuerdo con la afirmación de Tomás Pantaleón Tapia (1920-1988), asceta.

5.- Es vertebral para nuestra biografía clubsiética y, a lo mejor, para nuestra literatura nacional <f>, rescatar esa Acta de nacimiento extraviada dentro de un ejemplar impreso dentro de un bosque de ciento ochenta órbitas de la tierra alrededor del sol, en 1953, entre julio y diciembre. Ojalá lo exhumemos. ¡Pronto!


Verificación de la hipótesis:
¿Nació en Quito, el Club 7 de Poesía de Guayaquil?

Concluyo:

Fue un amor a primera vista la idea de integrarnos cumpliendo los tres móviles clásicos:

El ético, por el deber de servir. El hedónico por el placer de compartir. Y el pragmático por el placer y el deber de publicar.

En Guayaquil, de 1951 a 1952, ocurrió el cortejo.

En 1953, en la capital y en el puerto, la cópula.

El parto, de 1954 a 1960, entre los atardeceres sobre los esteros.

Después, la sombra máxima, 1961 y 1962.

Mínima contribución íntima, existencial y social, al Ecuador, el Club 7 dijo su palabra. Ya no es suya. Ahora es de quien la necesite, la disfrute o la olvide.


Referencias e imágenes

I.- Referencias

<a1> Mercurial, vocablo que recuerda al dios pagano de la comunicación, al primer planeta del sistema solar y a una planta herbácea cuyo zumo sirve de purgante.
<a2> Mercurial eclesiástica (El libro de las verdades, 1884) recoge estas tres condiciones que caracterizan la memorable respuesta de Juan Montalvo (1832-1889, prosista emblemático del Ecuador) al arzobispo de Cuenca, Ignacio Ordóñez, quien condenó al fuego eterno (comienzo de 1884) los 7 tratados (1882, el primer tomo-1883, el segundo).
<a3> Dicha Mercurial expresa su invectiva ideológica con un alarde estilístico que, por ejemplo, convierte cada párrafo de la condena en el apellido de cada capítulo del opúsculo.
<a4> Mercurial poética, política y periodística integran este ensayo dedicado a las tres facetas de la personalidad de David Ledesma Vázquez (1934-1961, poeta emblemático del Ecuador).

<b1> Club 7, Casa de la Cultura, Guayaquil, 1954 (Carlos Benavides Vega, Ileana Espinel Cedeeño, Gastón Hidalgo Ortega, David Ledesma Vázquez, Sergio Román Armendáriz) Y, Triángulo, Casa de la Cultura, Guayaquil, 1960 (David Ledesma, Ileana Espinel, Sergio Román).

<c1> Ledesma Vázquez, David. La Última Generación Poética de Guayaquil / Poesía Ilustrada (sic).  Quito, Ateneo Ecuatoriano, 23 de junio de 1953. (Archivo personal).


<c2> Ledesma Vázquez, David. Obra Poética Completa, Colección Memoria de Vida. Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana, 2007. 267 págs. (Allí se consigna que en ”1953: (DLV) Realiza la primera lectura de sus poemas en el Ateneo del Ecuador”, Ob. cit., pág. 26, en: Cronología biográfica, págs. 23-29).
 

<ch> Pérez Pimentel, Rodolfo. www.diccionariobiográficoecuador.com                                    Colección virtual compuesta por 1600 capítulos distribuidos en 23 tomos.


<d> Donoso Pareja, Miguel. A río revuelto, memorias de un Yo mentiroso.  Quito, Seix Barral. Colección Biblioteca Breve, 2001,         pág. 104 de 440: “De por qué CLUB 7 lo integran sólo cinco”.

<d1> Garcés Larrea, Cristóbal. Panorama de la poesía guayaquileña. (En; Guayaquil 70, Metrópoli dinámica: Publicaciones Aguilera Malta <págs. 215-241>, 17 de diciembre, 1970. Pág. 215.)

<e> Menard, René. Reflexiones sobre la poesía. Buenos Aires, ALPE (La palabra y el mundo, Colección dirigida por Raúl Gustavo Aguirre). Cap. 3: A un joven poeta, pág. 51 de 61.


<f1> Pesántez Rodas, Rodrigo (RPR). Visión y revisión de la literatura ecuatoriana (2 tomos, 2da. edición). México, Frente de Afirmación Hispanista, 2010. 668 págs.

<f2>.- Se sugiere del TOMO I de RPR,  el segmento contenido entre las páginas 216-272 acerca del Modernismo cuyas vertientes incluyen, en especial, la “tetrarquía luminosa”, compuesta en orden de nacimiento por Ernesto Noboa y Camaño (1889-1927), Humberto Fierro (1890-1929), Arturo Borja (1892-1912) y Medardo Ángel Silva (1898-1919), cuyos sendos títulos cardinales son: La romanza de las horas (1922), El laúd en el valle (1919), La flauta de ónix (1920) y El árbol del bien y del mal (1919).

<f3>.- Se sugiere del TOMO II de RPR, dos segmentos que corren entre la 523-566 y la 601-643, atinentes a los siguientes grupos: Madrugada (1944), Élan (1947), Presencia (1950), Umbral (1952), Club 7 (1953), Generación Sesenta (1960), los Tzántzicos (1963) y los Independientes (libérrimos en ubicación por fechas y facturas). 


Imágenes

Imágenes del Club 7, libro plural. Guayaquil, Casa de la Cultura, 1954. 99 págs.

I.- Doble tapa externa. (En la parte superior, se aprecia la signatura de la Biblioteca de la Universidad de Costa Rica.)

II.- Índice, pág. 97.

III.- Índice, pág. 98.

IV.- Presentación, (corresponde a la pág. 5).

V.- Colofón (corresponde a la pág. 99).

Imágenes del Recital pre-fundacional del Club 7. Quito, Ateneo Ecuatoriano, 1953. 3 págs. Y una alusión.

VI.- Portada del recital.

VII.- Programa del recital.

VIII.- Invitación y notas de prensa del recital.

IX.- Alusión.- La Obra Poética Completa, de David Ledesma Vázquez (CCE, 2007), en la Cronografía biográfica, dispone apenas de dos líneas imprecisas para mencionar el recital.



Apartado 808-2050                                                                                          San José, Costa Rica, C.A.


Sergio Román Armendáriz, ECUADOR, 1934

Miembro del CLUB 7 (poética modernista),
la FEUE (militancia estudiantil),                                                                y, URJE (política socialista): 1951-1962.

Profesor de producción escrita y audiovisual,                                        Universidad de Costa Rica, 1980-1992


CR 2010

CALIGRAFÍA DEL EXILIO


Número “3”, Colección de Textos Dispersos de SR

CALIGRAFÍA DEL EXILIO

- PADRE
- AL SEÑOR DEL VERSO ECUATORIAL
- RECORDANDO UNA TARDE EN EL PARQUE DE LAS IGUANAS
- FEBRERO, DÍA OCTAVO



PADRE


I

¿Dónde estabas

padre

esa noche

cuando un aviador solitario devoró de un salto único, por vez primera, el cielo del Atlántico?


¿Cuál fue el barco que te trajo de Odessa a Buenos Aires

y el tren que te llevó a Chile

y la ola que te ancló en Guayaquil?


¿Y tus amantes,

esas mujeres del sur que te regalaban delicados perritos de lana que aún juguetean prisioneros contigo en las fotografías del álbum familiar, ¿cómo eran?


¿Y esa eléctrica información telegráfica que tú seguiste hipnotizado junto al puñetazo macanudo de Firpo que expulsó fuera del ring al brutal yanqui Dempsey? *

¿Y la seda de tus corbatas?


¿Y tus tangos?


¿Y tu tranvía que corría desvaneciéndose por la avenida Alfaro

allí

en el borde de los bombardeos de la segunda guerra mundial cuando Alemania extendía su color nazi por Europa hasta que el pueblo soviético de Stalingrado congeló esa invasión con un  invierno y dos millones de cadáveres?


II

Han pasado los años

padre

y aquí me tienes exiliado en una terraza del Distrito Federal de México

y en vano trato de concentrarme en un argumento que debo entregar mañana al Centro Universitario de Estudios fílmicos.

(A propósito,

¿recuerdas que en mi infancia,

tú me acompañaste a ver aquella película en negro y blanco que inició mi afición por las imágenes en movimiento en ese viejo cinematógrafo 

allá

en el  barrio de los astilleros?) 

III

En la terraza,

un breve perro idéntico al de tus fotografías,

como si se hubiese escapado del álbum familiar por encima del tiempo y de tu muerte,

juguetea,

hoy,

a mi alrededor

mientras al azar elaboro estas preguntas y tantas otras que nunca tuve la claridad o la valentía de hacerte, por ejemplo:

‘¿Quién eras, padre, quién, quién eras?’,

interrogaciones que se han quedado en mi alma,  para siempre, sin respuesta…

1979, agosto. México DF, Colonia del Valle

* La llamada ‘Primera pelea del siglo’ (15 asaltos por el campeonato mundial de los ‘pesados’), enfrentó al estadounidense Jack Dempsey (1895-1983) versus el argentino Luis Ángel Firpo (1894-1960), el 14 de septiembre de 1923, en Nueva York. El combate concluyó con una decisión que aún causa polémica.








AL SEÑOR DEL VERSO ECUATORIAL

Gracias a su respiración de imágenes y palabras,

Hugo Mayo, *

señor del verso ecuatorial del siglo veinte,

yo cultivé semejanzas y diferencias

con usted

con su vocabulario adán

con su particular gramática

con su utopía civil

con sus ochenta espléndidos años que se atropellan todavía encima de su ‘Motocicleta dadá’,

revista y carretera que atravesé con los pies descalzos de muchacho deslumbrado

desde su ‘Zaguán de aluminio’,

áspero texto suyo cuyos originales se extraviaron misteriosamente en una imprenta oficial y tuvo que recuperarlos, letra a letra, de memoria, sesenta años después,

hasta aquel día mexicanísimo cuando el presentimiento estrujó mi corazón y dejando inconclusa mi tarea cotidiana
de pronto grité:

‘Necesito escribirle al maestro’

y sin esperar contestación en esa época aún humana pero lentísima anterior a las computadoras,

envié al azar
por el correo antiguo

un mensaje escrito a mano

dentro de un sobre escoltado por vistosas estampillas,
dirigido a su

‘Departamento de Rentas del Palacio Municipal en ese Guayaquil inexplicable del Ecuador país amazónico ubicado en la América del Sur’,

oficina en donde su musa iconoclasta

y usted,

en una especie de herejía y sacramento

flotaban

entre operaciones matemáticas

e informes burocráticos

y trámites administrativos conducentes a fijar impuestos o exenciones

pero

por una pirueta del destino

de alguna manera mi carta se cruzó con su respuesta
que encerraba

una metafórica despedida del paisaje y una dedicatoria para mí

entretejidas en su terrible y bellísima “Magia de un final”,

tesoro que mis duendes extraviaron en alguna inesperada esquina del tiempo

aunque yo lo he conservado íntegro y celoso en mi corazón confundido y en mi furiosa memoria,

¡Poeta!,

así aprecié tu gesto al igual que una invitación o una aprobación tácitas para que yo continúe creando imágenes y palabras

al margen de los premios oficiales y de las ediciones de lujo y de las antologías arbitrarias y de las academias

asumiendo entonces que me habías aceptado por fin y en silencio como era tu costumbre  

a la manera de un casi inevitable y pobre heredero literario de tu estirpe

por ser tal vez

tú y yo

tan distantes en el estilo y en el gusto de las generaciones

y sin embargo

tan próximos en la libertad y en la lealtad al rayo del pueblo

y al fuego sin tregua de la poesía.

1981, febrero. México DF, Colonia Roma

* Mayo, Hugo, seudónimo de Miguel Augusto Egas (Manta 1897-Guayaquil 1988). Introductor de la vanguardia en el país (1919-1933), creó su revista dadaísta ‘Motocicleta’ (1927) para chocar contra el modernismo. A pesar de esto y, sobre todo, en cuanto al estudio de las posibilidades polisemánticas y antípodas del vocablo, influyó en el ‘Club 7’ (pues siempre fue muy amistoso y muy conversador con sus miembros) en cuyo primer libro plural, presentó a Gastón Hidalgo Ortega (1929-1973). En: Benavides, Espinel, Hidalgo, Ledesma y Román. ‘Club 7’. Guayaquil, Casa de la Cultura, 1954. (Págs.45-46, de 99). Se dice de ‘Motocicleta’, que circularon sólo cuatro números, hoy extraviados. / Después de 1933, HM trabajó en la Municipalidad de Guayaquil desde donde, en sus breves ratos libres, mantuvo correspondencia con algunos literatos del mundo. Publicó ‘El zaguán de aluminio’ (1982, sesenta años después del extravío de los originales en la imprenta, 1922). Por eso, incluyó una nota inicial que subraya: ‘Lo que más recuerdo de los 15 poemas que lo integraban, está aquí.’


RECORDANDO UNA TARDE EN EL PARQUE DE LAS IGUANAS


Aún convaleciente

del trauma que te provocó ‘El extranjero’ (de Camus), *

ese sinsentido de la existencia que te obsequió Mónica en la clínica donde te recuperas de la reciente agresión que te causaron tus enemigos políticos en la esquina de las calles 10 de Agosto y Boyacá,

ahora,

a paso lento transcurres por un espacio desconocido aunque lo habías visitado muchas veces antes pero nunca bajo la seducción de la yerba que te complace y te hipnotiza

de pronto

al otro lado de la fuente

una pareja de adolescentes embellecidos por su aproximación al sexo

y el regocijo de la vegetación tropical

revientan

en ti

algo sustancial y seroso

y las imágenes y las palabras del texto francés que llevas en tus manos, transparentan la realidad y la transforman

y quisieras huir o dejarte caer porque la ansiedad te sofoca

y Mónica* lee, en voz baja, solo para ti, la mejor página del libro cuando el personaje principal avanza hacia la muerte en medio de los gritos de júbilo de la multitud que, antes que el verdugo, ejecuta el crimen que tú observas con los ojos cerrados

de pronto

conoces al señor Camus en un asiento vecino en el instante desde el cual confiesa que cada acto y cada omisión no fueron colocados al azar sino que están allí hasta la eternidad

espiándote

con tierna crueldad inagotable

con amoroso odio

para herirte y refaccionarte y volver a herirte

dentro de un infinito e ilimitado círculo de rosas amarillas.


1983, s/m. San José CR, La Uruca

* Camus, Albert (Argelia, 1913-Francia 1960), autor de ‘El extranjero’ (1942), novela emblemática del existencialismo [una de las tres corrientes estético-políticas que influyeron en la poesía del ‘Club 7’ (Ecuador, 1951-1962). Las otras dos corrientes fueron, la floración íntima y el compromiso social.]

* Mónica Lys (autora de ”Temario”), escritora guayaquileña de la década 1951-1962: “Horizonte”,  “Club 7”, etc.














FEBRERO, DÍA OCTAVO


Quizá

por última vez

aquí

en el espejo

y ‘antes del desayuno’ *

contemplas

la navaja y la espuma y el asombro que usas para afeitarte

y el agua extranjera que forma hilos breves y perlas diminutas

contra tu rostro

en donde apenas puedes reconocer el gesto de aquel adolescente que

alguna vez

fuiste

en ese Ecuador tuyo y ajeno

entonces

tiembla en tus manos la navaja

y en tu cuello luces un tenue collar purpurino

bajo una melancolía mansa que va cubriendo y borrando tu cuerpo y tu sombra

hasta la eternidad

pero

mañana

después de las investigaciones que tu ausencia provoque

el gerente del hotel mayor de esta ciudad de …

ordenará la limpieza minuciosa de esa habitación que has venido ocupando durante siete lunas

según reza el registro que firmaste en calidad de huésped

en tanto

la oficina internacional para la cual trabajas

puntualmente

remitirá este papel y otros etcéteras

a tu casa en Curridabat de Costa Rica

aunque esa ‘limpieza minuciosa’ deje fuera del inventario

los capítulos siguientes:

Primero.- Sueños rotos.
Segundo.- Enlaces frágiles.-
Tercero.- Decisiones suspensivas.

Y la revolución permanente que

a pesar

de la burocracia y del imperialismo

continuará estremeciendo el mundo y enrojeciendo nuestros corazones

y la intimidad y el riesgo, amor, que compartimos gozosos

y la lección de dignidad del pueblo nuestro de cada día y de cada noche

y la poesía

espejo que nos ahogó y nos resucitó

en su luz.

Siempre.

1985, s/m. Curridabat CR, De la Plaza del Sol: 550 metros al sur

* ‘Antes del desayuno’ (1916), monólogo de Eugene O’Neill (EE. UU. de A., 1888-1953). Un hombre a quien el público no ve pero adivina, está afeitándose en el cuarto de baño. La mujer, a quien sí se ve en la sala-comedor, habla y habla y habla. Así, en un espacio y en un tiempo mínimos, entre el despertarse y el tomar el primer alimento, y entre una habitación cerrada y una habitación escondida, ocurre el suicidio, fuera de acta, al estilo clásico.